No sería capaz de no quererte,
pero cuánto más tiempo pasa,
comienzo a olvidar:
tu risa desinhibida,
tus caderas que sobresalen,
los metales en la cara,
la manera de dormir,
tu aroma entre las sábanas.
Me olvido y me desperteneces
en mi imaginario del presente,
te deslizas por los toboganes
de mi cerebro hasta el pasado.
Sucumbe el recuerdo al atrás,
enterrado entre cartas de póker,
otros días nos vendrán a ver,
de hojas marrones por el paseo.
Es difícil recordar cada paso
en la geografia de tu cuerpo,
y así me voy olvidando,
de ti y de nuestro querer.
sábado, 24 de enero de 2009
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1 comentario:
perdràs la memòria de tan oblidar!
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