jueves, 25 de diciembre de 2008

Los sueños

Por las dulces carreteras soñaban,
otros querían no ser soñados,
"¡Por favor!,
¿A quién quereís engañar?"


"Ten," le dije, "cógelo."
Ella lo cogió y el sueño se asustó,
lo sostuvo de manera atávica,
sabiendo que sólo era ESO.
"Cógelo con cariño,
antes de que se desvanezca."
Como otra ilusión perversa.

Esta vez lo cogió con menos miedo,
con más afecto e ilusión.
El sueño se hizó grande,
se alimentó de su esperanza,
poco antes de desvanecer. Esfumado.
Kapput.

Así que otros sueños ocuparon
su lugar, llegarón otras esperanzas
y de ellas surgieron nuevos temores,
todos ellos dulces a su manera.
Parecía que valía la pena estar vivo.

viernes, 19 de diciembre de 2008

Sin Querer

Hablemos de cosas sin sentido,
de alguna manera son cerros
por los que nos movemos.

Sin querer hablar,
sin querer mascullar más,
no somos lo que eramos,
mas no queríamos serlo.

Ahora callamos por lógica,
nada que contar, el amor,
la franqueza, sus peculiaridades.

Somos mudos ante nosotros,
tanto que explicamos más allá,
enmudecemos al unisono.

Queda bonito, supongo,
dicen que no hay nada más bello
que un silencio conjunto.

Salimos del bar, nada que decir.
Un adiós, cuídate.
Sin querer nos equivocamos.
Y nuestras bocas se rozan.

"Nos queremos tanto
que no nos queremos."

Un abrazo que no sabe a nada.
Un cigarro delante de tu casa.
Miro hacía arriba, sigo soñando.
Ha sido sin querer.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Nuestro Jardín

I
Nuestro jardín
se fue pudriendo;
primero,
las malas hierbas
se apoderaron de él,
ni siquiera querian.

Se dejaron mandar
por gusanos de seda,
venenosos,
ellos hacen túneles
por debajo.

II
Nuestro jardín
tiene tantos árboles
enganchados, los unos
con los otros,
mirandose:
con la luz del sol.

Entretejiendo las vidas
de los arbustos podridos,
se encuentran con
un ministro del Señor
que no logra,
que no logra entender.

III
Nuestro jardín
necesita del columpio
que un día compramos.
No quiere mecerse con
el viento de poniente.

Pero le gusta verlo.
Acariciando las noches
en oro vano.

IV
Nuestro jardín
se vacía de nosotros,
decide viajar.

No sé que pasará,
cuando le contemos
que no es más
que un jardín inmovil.

V
Pero mientras,
ya sabes, hagámoslo
cómo quisiendo;
recordar las noches
de oro, en vano.

martes, 2 de diciembre de 2008

Óbito Esquemático

Soy cómo tu.
Así, un poco más alto,
un poco menos gordo,
un poco igual a ti.

Rectifico. Y ya no soy.
Dejando de existir
me cito con otros no vivos
en el dia de difuntos.

Repongo cien esquelas
de diarios atrasados.
Todos se llaman Mártinez.
Por siempre catorce y
por siempre, verdes.

Casi a diario se asoman.
Días escurridizos entre
el calendario de papel.
Después mueren en áñil.

Óbitos entre noticias.
Falsas y ciertas nuevas
que se atrasan y envejecen.
También fallecen.

El pasado, la memoria.
Nada nuevo nos atoza.
Todo existió hace tiempo, como
en un déja-vu universal.
Sólo el pasado.

Y prefiero sentir tu aliento.
No supone esfuerzo alguno.
Sólo el placer en mi pecho.
Comienzo a nacer.