Hablemos de cosas sin sentido,
de alguna manera son cerros
por los que nos movemos.
Sin querer hablar,
sin querer mascullar más,
no somos lo que eramos,
mas no queríamos serlo.
Ahora callamos por lógica,
nada que contar, el amor,
la franqueza, sus peculiaridades.
Somos mudos ante nosotros,
tanto que explicamos más allá,
enmudecemos al unisono.
Queda bonito, supongo,
dicen que no hay nada más bello
que un silencio conjunto.
Salimos del bar, nada que decir.
Un adiós, cuídate.
Sin querer nos equivocamos.
Y nuestras bocas se rozan.
"Nos queremos tanto
que no nos queremos."
Un abrazo que no sabe a nada.
Un cigarro delante de tu casa.
Miro hacía arriba, sigo soñando.
Ha sido sin querer.
viernes, 19 de diciembre de 2008
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2 comentarios:
si més no, simplement bonic
diria fins i tot que ho he viscut
potser va ser un somni
una pecadora
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